WOLFGANG AMADEUS MOZART
Este
año 2006 comienza con el 250
aniversario del nacimiento de Mozart, ocurrido
en Salzburgo el 27 de enero de 1756.
La
figura de este gran compositor es de sobras
conocida incluso por los que no tienen la música
clásica entre sus preferidas, pero Mozart fue
algo más que niño prodigio y músico genial;
fue el primer artista que tuvo la osadía de
romper abiertamente con protectores y mecenas
para trabajar por libre, cosa que hasta el momento
nadie se había atrevido a hacer por lo que en
sí comportaba, o sea, hambre y miseria, cuando
no persecución implacable y ostracismo.
Esta
declaración singular de principios tiene lugar
cuando se enfrenta y renuncia a prestar sus
servicios como compositor, al arzobispo Colloredo,
ya que considera que se le trata igual que a
un criado siendo él un artista. El conde Arco
interviene y Mozart recibe “una patada de despedida”.
Todo
aquello le creó a Mozart muchos problemas y
sinsabores, ya que sus enemigos eran muy poderosos
e influyentes, de manera que el compositor vio
como se le rescindían actuaciones, y, títulos
importantes le volvían la espalda pese a su
talento, no obstante continuó en la lucha por
lo que él creía justo, marcando entonces un
hito decisivo en lo que hasta el momento había
sido la relación de dependencia entre los artistas
y sus mecenas.
Tal
vez esto fuera con posterioridad el origen de
una leyenda relacionada con el misterioso visitante
que le encargó su propio Réquiem; ¿quién
le perseguía y por qué?, ¿quién era la máscara
vestida de negro que le apremiaba en sus últimos
días, aterrorizándole?, ¿podía ser tan pertinaz
el odio de sus enemigos?
Lo
cierto del caso es que, con enemigos o sin ellos,
la estrella de Mozart no ha declinado en ningún
instante, y que hoy como ayer siguen vigentes
las palabras que Haydn le dirigiera a Leopold,
padre del músico, en la ciudad de Viena:
Os lo digo delante
de Dios, como hombre de honor: vuestro hijo
es el compositor más grande que conozco, en
persona o de nombre. Tiene gusto y también la
más grande ciencia para la composición.